CUERPO

Aumento de pecho sin cirugía

Pasar por el quirófano es un verdadero trauma para muchas mujeres y para otras, someterse a una operación de cirugía estética significa correr un riesgo innecesario. Sea cual sea la razón que te convierta en reacia a las operaciones de cirugía estética, tienes una solución disponible a tu alcance si lo que te gustaría cambiar es el tamaño de tus pechos.

Frente a los implantes tradicionales de silicona, insertados mediante operación, existe ahora otra alternativa: el ácido hialurónico. Se trata de un componente que se encuentra en el cuerpo humano y que cumple funciones de

hidratación, lubricación y mantenimiento. Este material tiene una gran tasa de biocompatibilidad, siendo muy bajos los casos de alergias e hipersensibilidad.

El tratamiento por el que debe pasar la paciente es el siguiente: se somete a la inyección de el ácido hialurónico en la dermis mediante una aguja especial, diseñada para incrementar el volumen y la sujeción del tejido sin

cicatrices. Este proceso se realiza en una sesión que dura, aproximadamente, treinta minutos. Se realiza mediante anestesia local y el paciente puede seguir con su vida normal, eso si, exento de realizar ejercicio físico durante las cinco semanas siguientes.

Frente a las numerosas ventajas, existe una desventaja: el tratamiento no es permanente. El componente consigue elevar los tejidos pero el cuerpo lo biodegrada con rapidez, por lo que se recomienda una aplicación anual, eso si, con una aplicación menor de gel a la primera vez.

El volumen inyectado también dependerá de la zona, pero en cualquier caso, no puede superar los 120ml en el mismo lugar. De esta manera, el ácido hialúrico se puede utilizar en otras zonas del cuerpo para restaurar el volumen y rediseñar el contorno corporal de

glúteos, pectorales y pantorrillas; además de corregir asimetrías en el pecho, piernas o brazos sin utilizar prótesis; corregir pérdidas de volumen o asimetrías tras enfermedades o traumatismos, y hasta corregir problemas de simetría y volumen como consecuencia de un tratamiento quirúrgico (como las cicatrices deprimidas o secuelas).